El maestro Armando Ortiz, uno de los defensores de la validez de estudios en la UPAV nos invita a reflexionar sobre el tema.
«Yo tengo dos estudiantes en la UPAV; la ignorancia vuelve viles a los bienintencionados.
»En casa tengo dos estudiantes de la UPAV. Van a estudiar todos los sábados de las 8:00 a las 14:00 horas. En el momento que estoy escribiendo esta nota uno de ellos lleva dos horas estudiando en la barra de la cocina. Otras veces se sienta en la mesa con la computadora para hacer sus trabajos de informática. Él se ha hecho a la disciplina de estudiar tres horas diarias, a veces estudia hasta cuatro. Está muy interesado en sacar buenas calificaciones. El día de ayer uno de sus compañeros que también estudia en la UPAV le habló por teléfono, alarmado, porque leyó que los estudios de la UPAV no eran válidos. “¿Y ahora qué voy a hacer?”, le preguntaba. “Tendré que salirme de esa escuela y entrar en otra”.
»David, quien a fuerza de leer mis artículos sabe cómo está el asunto de los estudios y la validez en la UPAV lo tranquilizó. Le dijo que por supuesto los estudios eran válidos. Pero le quedó un poco de duda y me preguntó. Apenas el día de hoy, después de investigar lo que sucedía, le pude dar una respuesta que lo tranquilizó. Pero ¿qué hay de los miles de estudiantes de preparatoria y universidad que estudian en la UPAV? Aquellos que difunden información falsa o imprecisa sobre la UPAV están haciendo un gran daño a estos estudiantes, incluso a los egresados o a los empleadores de estos egresados.
»En su puerilidad (muchos de ellos siguen con la necedad de que los estudios de la UPAV no tienen RVOE) algunos periodistas, que en otros asuntos han mostrado cierta lucidez e inteligencia, se ven tendenciosos y patéticos; hasta hacen alarde de su ignorancia. No entienden que al defenestrar a la UPAV están pisoteando la esperanza que muchos jóvenes han puesto en sus estudios. Puedo aceptar que critiquen la calidad educativa de esta institución desde sus argumentos o puntos de vista, puedo aceptar que se hable que la UPAV no tiene instalaciones propias, como un campus para dar clases, pero no puedo aceptar que, sin conocimiento, hablen de que los estudios de la UPAV no tienen validez.
»¿A quién quieren poner en su lugar? ¿A los que abusaron de un buen proyecto como la UPAV o a los estudiantes que se levantan muy temprano los sábados y van a dar todo de sí para tener un estudio que los ayude a mejorar su estilo de vida? Es entonces cuando entiendo que la ignorancia vuelve viles a los bienintencionados».
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