«Vende caro tú amor, aventurera, da el precio del dolor, a tú pasado. Y aquel, que de tú boca, la miel quiera, que pague con brillantes tú pecado», qué manera tan elegante y sublime tenía el Flaco de oro, Agustín Lara, para describirnos el amor al dinero por una mujer que le gustaba la aventura.
Pues algo similar está pasando en el Congreso local. Los diputados de la LXIV Legislatura están buscando acomodo donde les permita tener una posición ventajosa a la hora de decidir; es bien sabido que cada voto será determinante a la hora de aprobar las reformas y propuestas del Ejecutivo estatal.
Primero fue Vicente Benítez y compinches que le acompañan al declararse como una bancada independiente, luego fue Sebastián Reyes de Morena que se volvió independiente, y ahora con la novedad que Gerardo Buganza Salmerón se declara también independiente, al anunciar mediante un escrito presentado a la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, que dejaba de pertenecer al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), del cual obtuvo la curul plurinominal.
Lo que es un hecho es que varios diputados ya comienzan a escuchar el canto de las sirenas de la bancada azul.
Comentarios