El tortuguismo burocrático de los aparatos de justicia mexicanos, o la sospechosa ala protectora del PRI, permitieron que Javier Duarte se pudiera ocultar del brazo de la ley. La orden de aprehensión contra el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, por operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada llega demasiado tarde, el gobernador con licencia, se ha hecho ojo de hormiga.
La orden de aprehensión promovida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es girada por la compra de terrenos a través de al menos 33 empresas fantasma. Resulta curioso que la mañana de este lunes se revelara que Duarte de Ochoa vendió una propiedad ubicada en un club campestre de Maricopa, Arizona (EU), por 10 dólares a su tío Jorge Ramírez; según un acuerdo firmado en Santa Fe, Nuevo México el 31 de octubre de 2007.
Además de la aparición de un video donde se ve y escucha a Moisés Mansur Cysneros revelando que le dio una tarjeta adicional a Karime Macías Tubilla, esposa de Javier Duarte. Pues haber ahora cómo le hace el Gobierno Federal para desaforar y meter tras las rejas a un gobernador fantasma, quien ya puso tierra de por medio.
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