Pobrecitos de los Ferrari, dos veces los chamaquearon. Primero Fidel Herrera Beltrán, entonces gobernador de Veracruz, y a una semana de terminar su sexenio, hizo secretario de Finanzas a Antonio Ferrari Cazarín. El anterior secretario, Salvador Sánchez Estrada, renunció al cargo dizque para irse a una oficina de “asuntos sin importancia”.
La verdad es que huyó para que Fidel no lo embarrara en los últimos enjuagues financieros que estaba llevando a cabo y que Sánchez estrada no quiso firmar. Pero llamó al chamaco Ferrari Cazarín, quien no tuvo empacho en firmar esos documentos y ahora él forma parte de los exsecretarios de Finanzas de Veracruz que están siendo investigados por la PGR a solicitud de la Auditoría Superior de la Federación.
Después, a un año de terminar su sexenio, Javier Duarte nombra titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) al negrito bembón Ferrari Pardiño, quien cada vez que le llegaba un recurso de la federación para los campesinos veracruzanos, temblaba porque de inmediato recibía la llamada del gobernador quien le exigía más de la mitad de ese dinero para ocuparlo a su antojo.
Es por ello que hoy muchos campesinos están encabronados con el gobierno, pues esos recursos nunca llegaron a ellos, sino que fueron ocupados por el dispendioso Javier Duarte, por su hermano Cecil y hasta por el suegro Tony Macías. Ahora Ferrari Pardiño hasta se hace el enfermo para no enfrentar a la prensa que lo cuestiona por el desorden financiero en Sedarpa.
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