La Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció un nuevo incremento del tres por ciento en los precios de la gasolina y el diésel a partir del primero de agosto. Lo anterior debido «al repunte observado en las referencias internacionales para los precios de los combustibles, el cual refleja la recuperación reciente en el precio del crudo», según la dependencia federal.
Este incremento afectará los precios de los combustibles de la siguiente manera: la Magna tendrá un costo de 13 pesos con 96 centavos por litro, mientras la Premiun costará 14 pesos con 81 centavos. Para el diésel, el precio se ajustó en 13 pesos con 77 centavos.
Con éste, ya son tres los ajustes al precio de los combustibles automotores en lo que va del año, a pesar de que en campaña, y ya siendo presidente de la República, Enrique Peña Nieto prometió que los mexicanos pagarían menos gracias a las bondades de la Reforma Energética.
Ni modo, tal vez deberíamos tomar en cuenta la recomendación del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y acostumbrarnos al alza en los combustibles, porque como ya hemos visto en más de una ocasión, el Gobierno Federal, y su presidente, no tienen palabra.
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