¿Cómo no celebrar que la FGE vaya tras Karime, la que merece abundancia?

Karime
Xalapa, Ver. Por el daño patrimonial que asciende a más de 112 millones de pesos y la operación con seis empresas fantasmas, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz, giró orden de aprehensión en contra de la expresidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Karime Macías Tubilla FOTO: PATY MORALES/FOTOVER
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Armando Ortiz / Pues sí, todavía hay veracruzanos que celebran que la Fiscalía General del Estado de Veracruz haya girado una orden de aprehensión en contra de Karime Macías, la que merece abundancia. ¿Y cómo no celebrar que se haga justicia a miles de personas vulnerables que fueron olvidadas por el gobierno de Javier Duarte a causa de los caprichos de una mujer ambiciosa, codiciosa, enferma de poder? Karime Macías está acusada de desviar recursos que eran para niños en situación extraordinaria; recursos para madres que buscaban un apoyo en una institución creada para brindárselos; recursos para adultos mayores que nunca tuvieron un gesto generoso ni amable por parte de esta mujer vil; por ejemplo, Karime Macías nunca puso un pie en la Quinta de la Rosas. Pero eso sí, bien que aparecía en sus fotos dejándose besar por los niños a los que robaba, abrazando a los ancianos a los que olvidó por completo. Karime hasta le puso su nombre a una clínica a la que robó recursos para instrumentos, aparatos, medicina y médicos. Entonces, ¿cómo no nos va a dar gusto que la FGE gire orden de aprehensión para que se haga justicia a estas personas que lo exigen? ¿Querían que la FGE esperara a que pasaran las elecciones? ¿Qué importan las elecciones cuando lo que se busca es hacer justicia?

Y la iglesia católica saca la cabeza del fango, “chantajea” y pide que se elija la vida

Jesús llamó a los fariseos sepulcros blanqueados por fuera, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de inmundicia. Así es la iglesia católica, que por un lado permitió a un sujeto como Norberto Rivera, encubridor de criminales, y por otro lado pide que se preserven lo que ellos llaman “valores” fundamentales de la vida. La iglesia católica pide ahora a los candidatos que se pronuncien a favor de la vida, es decir, que se pongan de su lado. Esta advertencia que proviene del Primer Congreso Diocesano de la Vida, sólo tiene como propósito comprometer a los candidatos, hacerlos caer en la trampa del chantaje, para condicionar su apoyo a los que apoyen a la “vida”. Ya habían lanzado de avanzada a Arturo Segovia Flores, un ultraderechista, homófobo e intolerante, que incluso amenazó al candidato del Frente por Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, de implementar acciones abiertas y contundentes. Por supuesto, los candidatos no están obligados a ponerse del lado de la iglesia, menos a una iglesia que no representa a sus feligreses, sino a los intereses de sus cúpulas, esos que han sido acusados de muchos crímenes en contra de sus propios feligreses.

A Herdez no le preocupan sus trabajadores, le preocupa que México deje de ser ese “paraíso fiscal”

¿Sabía usted que en 2003 grupo Herdez tuvo a su favor un fallo ante la Suprema Corte de Justicia en la que la empresa exigía la devolución de impuestos? Herdez argumentaba que en el caso de jugos y néctares no se les debía aplicar impuestos y la SCJN falló a su favor. Sin embargo, no iba a ser fácil que le devolvieran esos impuestos a Herdez, porque ellos habían aplicado el impuesto a los consumidores. Tramposos, después de aplicar el impuesto del IVA al consumidor, ahora quería que Hacienda se lo devolviera. En todo caso, el impuesto se debería devolver a los consumidores. Pues esta empresa, que lleva más de 100 años en nuestro país disfrutando de prebendas fiscales, ahora señala que de ganar la “opción populista” habrá graves consecuencias. Muy preocupados por sus trabajadores Herdez, en un afán catastrofista, pide a sus trabajadores que administren bien su dinero. Por supuesto, lo que en realidad preocupa a Herdez es que llegue un régimen que ponga orden a todas esas exenciones de impuestos que se aplican a determinadas empresas que gozan del favoritismo gubernamental. A Herdez no le preocupan sus trabajadores, le preocupa que México deje de ser ese “paraíso fiscal” que les ha permitido hacerse de incontables riquezas.

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