Mucho ruido hicieron las palabras de Luis Videgaray cuando presentó al secretario de Hacienda ante el cuerpo diplomático acreditado en México. Sus palabras coincidieron con el perfil que delineara el presidente Peña de quien debería ser su sucesor: claridad de visión, conducta y trayectoria honesta, patriotismo y visión de estado. Todo eso, reiteró Videgaray, acompaña al secretario de Hacienda quien por supuesto se dejó querer por el amigo.
Algo le han de haber reclamado al presidente los otros suspirantes que Peña Nieto tuvo que salir a decir que no son los elogios ni los aplausos los que definirán la selección del candidato. Sin embargo, en los últimos días los otros suspirantes, a excepción de Osorio Chong, le han bajado de yemas a sus aspiraciones.
Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, Aurelio Nuño y José Narro se han desinflado, tanto que muchos ya los dan por descartados. Osorio podría ser el candidato, pero el secretario de Gobernación no tiene una trayectoria muy honesta, no tiene claridad de visión y no es amigo del presidente, sólo es su empleado.
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