Muere Aracely Friscione. ¿Por qué tanta prisa con eso de morir amiga? No te voy a llorar todos los días, mejor me voy a ir a la playa, a mirar el mar y a pensar en ti
Con gran pesar me entero de la muerte de mi amiga Aracely Friscione. Todavía no lo puedo asimilar. Siempre he sabido que la muerte es muy descarada, imprudente y a veces improvisada. Ella, como los heraldos negros, toca la puerta de tu casa sin ser invitada, te escupe en la cara y se va. Cierro la puerta, cuelgo el teléfono, abro las ventanas; la veo alejarse. Una leve tos que tuvo consideración en mis horas de dormir, me ataca como un síntoma del dolor que siento. No quiero caer en los lugares comunes, Aracely nunca me lo perdonaría, pero qué repentina tu muerte amiga, que precipitada; que prisa con eso de morir; teníamos pendiente ese sorteo de una litografía de tu fundación.