¡Nunca más una Reforma Educativa sin la participación de los maestros!
Tuvo que pasar casi un sexenio para que por fin se le hiciera justicia al magisterio mexicano. Tuvo que ganar un candidato identificado con el sentir de los maestros para que, finalmente, se diera la promesa de eliminar una reforma laboral etiquetada perversamente como educativa. Todavía unas semanas antes del primero de julio, el candidato oficialista se dejaba levantar el brazo por el presidente del SNTE, el sindicato magisterial mayoritario. Un líder de papel que creyó que los maestros le perdonarían su nula participación en la defensa de los derechos laborales.