Enrique Galván Ochoa, tratando de quedar bien con el gobierno de la Cuarta Transformación, retuiteó una fotografía falsa sobre el ministro Javier Laynez, una fotografía que en realidad era de un sonidero que se exhibía en ropa interior. Esta bajeza de Galván Ochoa extrañó a muchos, a un servidor en lo particular, sobre todo porque don Enrique Galván Ochoa alguna vez se puso en contacto conmigo para replicar un artículo que en 2010 publiqué titulado y que circuló con el nombre de “Carta a Javier Aguirre”.
Ahora nos enteramos de las razones de la abyección de este longevo periodista. Reporta El Universal en su editorial “Bajo Reserva”: “Nos aseguran que la Comisión Federal de Electricidad, que encabeza Manuel Bartlett, dio un contrato por 38 millones 304 mil pesos por concepto de “arrendamiento de espacio en torre de telecomunicaciones” a Grupo Hidalguense de Desarrollo (Mexline), cuyo accionista es Luis Pablo Galván Gómez, hijo de Enrique Galván Ochoa, integrante del Comité Técnico Evaluador del Instituto Nacional Electoral (INE)”.
A Enrique Galván Ochoa le pasó lo mismo que a Lorenzo Meyer, quien tiene que apoyar a la 4T y guardar silencio por las atrocidades que comete porque su hijo es titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario.
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