¿Crimen de periodistas relacionados con la delincuencia?

Periodistas
Un grupo de reporteras protestó frente a Palacio de Gobierno para exigir que cesen los crímenes de periodistas en el país FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
*FGE cierra círculo, hay dos detenidos y otros por detener
*Ni todos los comunicadores somos malos ni todos buenos

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LUEGO DE los yerros iniciales que condujeron a la captura de Antonio de Jesús “N”, en Xalapa, un joven estudiante y repartidor a quien pretendían cargarle los homicidios de las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera ocurridos el 9 de Mayo al interior de un auto en el estacionamiento de una tienda de conveniencia en Cosoleacaque, lo que les obligó a liberarlo tras la presión de la familia y de los compañeros del presunto inculpado que ya había sido trasladado al sur del Estado bajo el argumento de que: “…al validar su identidad por esta fiscalía y determinar que se trató de una homonimia, fue puesto en libertad de inmediato para evitar vulnerar sus derechos”, todo parece indicar que comienza a cerrarse el círculo en torno a esos alevosos homicidios, y tristemente todo parece indicar que la muerte de las comunicadoras no es producto de su trabajo periodístico –al menos eso dice la Fiscalía General del Estado-, sino que tiene que ver con la delincuencia organizada, esto es, un jefe de plaza al que pretendían extorsionar sin saber de quien se trataba, el cual ya es buscado por las autoridades, de acuerdo al reporte. Ambas mujeres habrían sido asesinadas por dos sujetos, pero en la relación de hechos habría otros dos, el que dio la orden de aniquilarlas, el que dotó del arma al criminal y dos que participaron, uno conduciendo una motocicleta y el otro disparando y cegando la vida de las reporteras. Dos de ellos ya están detenidos (insistimos, es la versión que se maneja al interior del FGE y ojalá no se les caiga el entramado que esperaron a que fuera el 7 de Junio, Día de la Libertad de Expresión para darlo veladamente a conocer).

DE CONFIRMARSE la versión, insistiremos hasta el cansancio: los periodistas o comunicadores solo solos seres humanos, con errores y virtudes, con aciertos y fallas, y de ninguna manera infalibles o intocables, por lo que la comisión de un acto que violente la ley o nos cuesta la vida o la libertad. Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera fueron acribilladas horas antes del Día de la Madre que seguramente festejarían al día siguiente como hijas y como mamás, pero sus actos –de corroborarse las indagatorias oficiales- las hicieron desviar el camino correcto y pagar las consecuencias de una delincuencia que tampoco debe ser solapada, aun cuando cuenta en muchos casos con el respaldo desde las cúpulas, y que bueno que dos participantes en los crímenes ya estén en prisión y que se busque a otros dos y se les presente ante la justicia.

EL MARTES la Fiscalía General del Estado informó sobre la captura del presunto agresor de la directora del portal “El Veraz” y su colaboradora el pasado 9 de mayo en el municipio de Cosoleacaque. El presunto asesino ya fue imputado a proceso y se trataría de Víctor Manuel «N», alias “El Calaco”, quien habría participado en el atentado y ya se encuentra a disposición del juez de proceso y procedimiento penal oral del XXI distrito judicial con sede en Minatitlán, quien le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por un año, dentro del proceso penal 156/2022. Apenas la tarde del lunes se registró la detención de Armando «N» alias Trascabo y/o Popeye, quien ya fue vinculado a proceso señalado, tambien, por el delito de homicidio doloso calificado en agravio de las comunicadoras, siendo señalado además de ser integrante de un grupo criminal que opera en Minatitlán, Cosoleacaque, Sayula de Alemán y Chinameca. Ambos sujetos fueron internados en el Centro de Readaptación Social Duport Ostión (Cereso) en Coatzacoalcos en el sur de la Entidad.

EL PASADO fin de semana, vecinos de la colonia La Esperanza, colindante con los sectores Miguel Hidalgo y el fraccionamiento «Villas del Sol» en Minatitlán, vivieron momentos de incertidumbre debido a la presencia de hombres armados que, ahora se sabe, andaban tras la pista de Armando N, identificado por la FGE como «El Trascabo» o «El Popeye», supuesto homicida de Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Joanna Olivera García. Los habitantes de la zona denunciaron la presencia de camionetas blancas con vidrios polarizados que recorrían y cercaban las más alejadas calles del perímetro, incluso, algunos vecinos recibieron la advertencia que se encerraran, pues se «iba armar un des…garriate”, y ya por la tarde del lunes, alrededor de 15 unidades de diferentes corporaciones policíacas emprendieron la movilización oficial y, con ello la persecución contra del presunto sicario al que le atribuyen el doble asesinato del 9 de mayo ocurrido en la colonia Cerro Alto. La aprehensión se realizó sin un solo disparo pero en medio de mucha la tensión, aunque, hasta donde se sabe, al ahora detenido no le incautaron armas de fuego, pero aun así tendrá que responder por los señalamientos que le formulan que, esperamos, ahora si sean reales, pues no hay que olvidar que personal al frente del caso detuvo por un tema de homonimia al repartidor Antonio de Jesús N, confundido con «El Mara» acusado, también, como el homicida material de ambas mujeres; la fallida aprehensión se dio en la ciudad de Xalapa, pero a las pocas horas la autoridad ministerial lo puso en libertad, siendo un golpe bajo a la credibilidad de la dependencia ministerial que ahora se la sigue jugando con dos detenidos que deben contar la historia para que la sociedad crea la versión. La persecución del ahora detenido en la colonia referida no hacen suponer que la policía sabe quién es quién en cada zona, pero por alguna razón en muchas ocasiones entorpece las investigaciones y detenciones.

TODOS QUIENES nos dedicamos a los medios de comunicación hubiésemos deseado que los asesinatos de las periodistas (aun cuando ni por asomo se le desea la muerte a nadie, y menos a colegas que informan a la sociedad) hubiese sido producto de su labor periodística, esto es, ante lo inevitable, caídas en el cumplimiento del deber, aunque algo asi se veía venir ya que desde el inicio de las indagatorias las autoridades filtraron supuestos audios cuya voz se atribuye a Yessenia Mollinedo Falconi vertiendo amenazas contra otra persona, y al paso de los días hasta se detuvo a un inocente al que confundieron con el verdadero “Mara”, un sujeto que ha enviado cartas a periodistas descartándose como participante en los hechos. A las comunicadora se les incriminó desde un principio, y acaso siguieron la misma línea en las investigaciones, aun cuando la familia agravada dice que la voz de los audios no corresponde a Mollinedo Falconi. Insistimos, no es nuestra postura sino de la Fiscalía Estatal la que incrimina a las ahora occisas en actos de la delincuencia organizada, aunque no por ello todo el gremio estaría inmiscuido en actos delincuenciales, pues como dijimos al principio, somos humanos y asi como hay buenos periodistas los hay malos que usan la noble labor para eventos alejados de la legalidad. OPINA [email protected]

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *