Hay situaciones que no se pueden forzar, se tiene que cumplir un proceso, sea éste natural o administrativo, el querer que los alumnos regresen a clases presenciales el 7 de junio, resulta imprudente, sobre todo que aún no se termina de vacunar tanto a padres de familia como a docentes. El estado de Campeche, que era considerado la punta de lanza para el regreso a las aulas, tendrá que suspender las clases presenciales.
Resulta que la Secretaría de Educación de Campeche (Seduc), en coordinación con la Secretaria de Salud estatal, decidieron suspender las clases presenciales en la entidad luego de que el Gobierno Federal anunciara ayer el cambio de color del semáforo epidemiológico de la entidad al amarillo.
Mediante un audio, el secretario de Educación, Ricardo Koh, afirmó que los 135 planteles que habrían iniciado clases el pasado 19 de abril, tendrán que cerrar sus puertas y seguir con la modalidad en línea con el fin de salvaguardar la seguridad de la comunidad escolar.
De modo que no sería mala idea que los gobernadores que andan de quedabién con el presidente, se fijaran en el ejemplo de Campeche, que ha comprobado que no tiene caso mandar a exponer de manea innecesaria a los alumnos.
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