Las diputadas de la bancada de Morena que se rasgan las vestiduras y que piden profundamente una investigación contra Porfirio Muñoz Ledo por violencia y acaso sexual, se parecen a la clásica prefecta escolar que es justa en demasía y que piden todo el castigo contra el agresor. Da vergüenza que este grupo de diputadas morenistas salgan a levantar la voz a cuello alto contra las supuestas agresiones de Porfirio Muñoz Ledo. Sólo un lerdo o una persona con serios problemas de apreciación creería que ese grupo de legisladoras de verdad están preocupadas contras las supuestas víctimas de acoso sexual y violencia por parte de Muñoz Ledo.
Esta denuncia es parte del golpeteo político contra el contrincante de Mario Delgado. Qué casualidad que en su denuncia mezclan la gimnasia con la magnesia, al decir que no apoyaran a alguien que no comulga el modo de pensar de su gurú, Andrés Manuel López Obrador. Las indignadas diputadas morenistas solicitarán a la Comisión de Honor y Justicia de su partido investigar este tema; señalan que se debe privilegiar a las víctimas sobre cualquier elección política.
Lo curioso del caso es que la diputada Guillermina Alvarado, una de las legisladoras participantes, señaló que por más importante que sea el proceso para elegir al dirigente del partido, se debe priorizar a las víctimas, pues aseguró que «no es momento de politiquería, algo que precisamente están haciendo a favor de Mario Delgado»
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