De repente en la Ciudad de México comenzaron a ocurrir cosas preocupantes y extrañas. Los familiares reportaban que uno por uno iba desapareciendo los médicos y enfermeros de distintos hospitales. Los desaparecidos no eran únicamente de un hospital, sino de diferentes nosocomios. Cuando la suma de médicos y enfermeros extraviados llegó a 14, los familiares de las víctimas marcaban a la policía sobre llamadas de extorción que empezaron a recibir. En las llamadas les pedían a los familiares de las víctimas que depositaran cierta cantidad de dinero para que no hacerles daño. Les decían que si no daban el dinero les mandarían pedazos del familiar secuestrado.
Tras ser investigadas las llamadas que recibían los familiares de los secuestrados, llevaron a los policías ministeriales hasta dos hoteles ubicados en la colonia Tacubaya, en los que al realizar las inspecciones encontraron a los 14 médicos. Las víctimas argumentaron que estaban privados de la libertad, dijeron que llegaban a gritarles y a decirles que se iban a morir. Después de ser liberados la policía dijo que de los delincuentes no se sabía nada, solamente dijeron que estarán investigando para dar con los secuestradores.
Si recordamos, un tiempo atrás, cuando inició la pandemia, los médicos y enfermeras han sido víctimas de múltiples ataques por parte de un sector de la ciudadanía mexicana. Los médicos que se encuentran luchando en la primera línea son atacados de formas terribles. Y la pregunta es ¿hasta cuándo se pondrá un alto a estos ataques en contra de los médicos y enfermeros que ayudan a los pacientes de coronavirus?
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