La Iglesia en manos de Lutero, esta frase ha sido usada para referirse a momentos en que se pone en manos de sus apóstatas, de quienes quisieran verla derrotada o dividida. La referencia es casi siempre peyorativa, pues se parte del supuesto de que son los críticos internos los peores enemigos de la Iglesia católica. Pues ahora imagínese usted cuando el gobernador del estado de Veracruz puso a su primo Eleazar Guerrero al frente de la Secretaría de Finanzas, y decimos al frente ya que Lima Franco sólo hace lo que diga el primo-hermano de Cuitláhuac García.
De antemano se dejaron ver sus ambiciosas intenciones con el caso de las patrullas compradas a precio de oro, todavía hace poco no quedó muy clara la compra de unas ambulancias para algunos municipios. Pues ahora imagínese cómo se encuentra loco de contento el primo incómodo con eso de que el gobernador, siguiendo las pisadas de su gurú, va a desaparecer los fideicomisos paraestatales sectorizados y ha determinado que sea la Secretaría de Finanzas la encargada de administrar los recursos.
Y ojo, mucho ojo, en caso necesario, esta secretaria será la encargada de devolver el dinero a la Federación. Acaso creen que los veracruzanos se tragarán ese cuento. Por favor, conociendo las uñas largas del primo incómodo, acaso creen que los veracruzanos se chupan el dedo. Lo cierto es que en Veracruz, el manejo de la finanzas dará mucho de qué hablar en el futuro.
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