Para marzo de 2019 Cuitláhuac García hizo creer que la guerra contra el narco había terminado, “lo logramos, estamos con éxito”. La guerra sigue y seguirá

Grito
Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Tratando de esconder su miedo y su estulticia el gobernador de Veracruz declaró sobre los hechos ocurridos el día sábado: “Ya tenemos plenamente identificados a los agresores, lamentamos muchos desde luego las pérdidas humanas; fue una agresión directa y no vamos a permitir que la población esté en la zozobra por estos grupos delictivos, cualquiera que sea su motivación, para nosotros son transgresores de la ley, por lo tanto iremos tras ellos”. “Ya los tenemos plenamente identificados”, dijo el gober, como anunciando que él tiene el control. Habría que recordarle a Cuitláhuac García que, en el mes de marzo de 2019, esos mismos grupos delictivos que dominan la zona llevaron a cabo bloqueos, quemaron camiones y se enfrentaron a la policía. Pasada la embestida el gobernador de Veracruz dijo al periodista Carlos Loret de Mola: “Los logramos detener (…) vamos bien, estamos con éxito”. Para marzo de 2019 el gobernador ya había echado las campanas a vuelo, para él la guerra había terminado porque los delincuentes dejaron de atacar. Pero no, los delincuentes no han dejado de controlar esa zona. Constantemente se han presentado enfrentamientos en la zona, sobre todo en la carretera que va de La Tinaja a Orizaba. Cierto, los enfrentamientos del sábado tuvieron que ver con la detención de uno de los líderes del Cartel Jalisco Nueva Generación, pero saber eso no significa que el, problema se haya solucionado. Los enfrentamientos seguirán a menos que se implemente una estrategia de Seguridad en esa zona, pero no por parte de los elementos de Hugo Gutiérrez Maldonado, sino del mismo gobierno federal.

En Veracruz la estrategia de Seguridad es rezar, señala Héctor de Mauleón; “y que nadie circule fotos, audios, videos del horror que viven los veracruzanos”

El periodista Héctor de Mauleón hace un repaso de lo acontecido el sábado en la zona de Córdoba-Huatusco: “La vida de la población se ha transformado. La gente evita salir de noche, los comercios cierran temprano, todos intentan estar en constante comunicación con sus familiares. Se instalaron como parte de la vida diaria la angustia, la incertidumbre, el miedo”. Señala Héctor de Mauleón que la iglesia católica se pronunció para que los fieles dedicaran una semana de oración “para que se acaben los hechos violentos”. ¿Por qué rezar en lugar de actuar? Porque al parecer es la única estrategia que podría funcionar, ya que las estrategias de Seguridad Pública no han funcionado. La estrategia de gobierno es evitar que se difundan este tipo de noticias, es cerrarle los ojos a los veracruzanos para que nadie se entere de nada. Es por ello que una orden se giró a los encargados de seguridad: “Que nadie circule fotos, audios o videos de los hechos”. El periodista Héctor de Mauleón señala: “En los primeros 100 días del gobierno de Cuitláhuac García se cometieron 450 asesinatos. Muy pronto, el promedio de homicidios subió a 5.2 diarios. No cesan desde entonces las balaceras, los enfrentamientos, los homicidios, las ejecuciones, los ataques a instalaciones policiales”. ¿Y qué nos queda a los veracruzanos? Con este gobierno incapaz, tal vez sí deberíamos ponernos a rezar.

“Se acabaron los moches” dice López Obrador y le arden las orejas a Eleazar Guerrero, el “Javier Duarte” de este sexenio

“Ya no hay el moche del 10 por ciento. ‘Te doy este contrato, pero te mochas’, ya no. A ver, que nos digan. El que venga aquí y diga ‘tuve que mocharme para tener la obra’, lo protegemos y le damos un premio. Y siempre va a tener oportunidad de participar en licitaciones”, eso fue lo que dijo el presidente de México en la conferencia de prensa mañanera. Por supuesto, el presidente de México vive aislado de la verdad o quizá se refería al gobierno federal donde hay más cuidado en el tema de los contratos. Pero lo que es en Veracruz, que le pregunten a Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas, quien ha creado toda una red de corrupción en todas las dependencias estatales. Los problemas en el DIF, por ejemplo, se deben a las pugnas que hay entre la gente de Eleazar Guerrero y la gente de la directora del DIF. Las otras dependencias son más sumisas y permiten que la gente que Eleazar Guerrero infiltró siga operando. El sistema que Eleazar usa no es muy novedoso. Para empezar, no son empresas fantasmas, son algo así como empresas “zombi”, aquellas que Eleazar Guerrero reactivo para que liciten en todas las dependencias. Bastaría con echarse un asomo por estas empresas para detectar que lo mismo participan en Sedesol, Seguridad Pública, el Congreso, SEV, Salud. Por supuesto los moches son controlados por el propio Eleazar Guerrero que dentro de poco no sabrá donde esconder tanto dinero; como Duarte.

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