En el artículo 49, apartado IV de nuestra Constitución Política se dice que entre las atribuciones del gobernador está: «Velar por la conservación del orden, tranquilidad y seguridad del Estado, disponiendo al efecto de las corporaciones policiales estatales, y de las municipales en aquellos casos que juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público; así como impedir los abusos de la fuerza pública a su cargo en contra de los ciudadanos, haciendo efectiva la responsabilidad en que aquélla incurriera».
Esta atribución se la ha conferido el pueblo a Cuitláhuac García, aunque tal vez se deberá hacer una adecuación al artículo 49 que indique que esa atribución sólo funciona de lunes a viernes y en horas hábiles. Y es que después de la tragedia ocurrida en Minatitlán, los criminales le echaron a perder su “sabadaba” al gobernador Cuitláhuac García, quien ya se encontraba cerca del puerto de Veracruz, en ese viernes trágico, visitando la Casa-Museo-Taller de Ana de la Reguera.
Pero el sábado temprano tuvo reunión con su gabinete de seguridad, reunión a la que el fiscal Jorge Winckler tampoco fue invitado; igual y se pongan de acuerdo para echarle la culpa.
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