Hay acontecimientos que nos marcan para siempre. Hay personas, adultos mayores, que todavía recuerdan donde estaban cuando asesinaron a Kennedy, otros más cercanos recuerdan donde estaban cuando asesinaron a Lennon; más cercano a nuestra época muchos recuerdan donde estaban cuando cayeron las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York. ¿Usted recuerda que estaba haciendo el 23 de marzo de 1994, día que asesinaron a Luis Donaldo Colosio? Entonces el dólar costaba tres pesos con 10 centavos, el Ejército Zapatista había tomado comunidades en Chiapas y el gobierno ya había bombardeado las posiciones zapatistas; cuando dejó de hacerlo se sentaron en las famosas Mesas de Diálogo.
En 1994 todos esperaban ver jugar a la selección de futbol en el Mundial que se celebraría en Estados Unidos. Hace 25 años éramos más jóvenes, México fue por unos años el centro del planeta. Años atrás Octavio Paz había recibido el Premio Nobel de Literatura, Lupita Jones fue la primera Miss Universo mexicana, Salinas de Gortari presumía habernos metido al primer mundo en sus visitas a países como Rusia.
Pero el 23 de marzo de 1994 toda esa torre de naipes se cayó con un disparo. Mario Aburto, el presunto asesino solitario, disparó dos veces contra el candidato del PRI a la presidencia de la República: dos disparos encontrados, por cierto. Entonces México regresó a su realidad y en esa realidad hemos vivido durante los últimos 25 años. ¿Y usted dónde estaba cuando mataron a Colosio?
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