La discriminación y el racismo son problemas que padecen de manera constante los mexicanos que están en Estados Unidos. Y es que el presidente del país vecino, Donald Trump, ha dejado clara su intolerancia hacia la comunidad hispana y ha amagado con disparar a quienes desean cruzar la frontera en busca del sueño americano, mismo que suele referirse a los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito para lograr una movilidad social hacia arriba. Y es que en una tienda de llantas, ubicada en Salt Lake City, Utah, se presentó un caso de este tipo; un hombre, de 50 años, identificado como Alan Covington empezó a gritar “odio a los mexicanos, estoy aquí para matar mexicanos” y, en segundos, tomó un tubo de metal y golpeó a un padre e hijo.
Las víctimas fueron identificadas como José López, de 51 años, y Luis López, de 18. El agresor fue detenido; sin embargo, las autoridades comunicaron que no sería juzgado por un crimen de odio. Por ello, sus familiares iniciaron una campaña en la plataforma GoFundMe para recaudar fondos que ayuden a pagar el servicio médico de ambos lesionados.
El joven fue más gravemente herido, quedó inconsciente y tuvo que ser sometido a cirugía, una placa de titanio lleva en la parte derecha de la cara, lo que muestra el grado de la agresión; sin embargo, el Fiscal de Distrito afirma que no puede levantar cargos contra el racista sujeto que lo golpeó, toda vez que se trata de delitos menores, por lo que quedaría en libertad. ¿A cuántas personas deben agredir para que sea aplicada la justicia?, mientras tanto, los mexicanos que habitan en esa zona de EEUU, temen por su seguridad.
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