Casi todos recordamos la escena de la película El silencio de los inocentes en la que la agente Clarice Starling, del FBI, interpretada por Jodie Foster, acude a prisión a pedir la ayuda del asesino en serie caníbal, y doctor, Hannibal Lecter (al que da vida Anthony Hopkins) para resolver un caso de asesinato. A través de un cristal, Lecter asiente a la petición, pero con condiciones: «Quid pro quo, Clarice, quid pro quo. Yo te cuento cosas y tú me cuentas cosas».
Quid pro quo es una locución latina que significa literalmente «quid en lugar de quo», es decir, la sustitución de una cosa por otra, «algo por algo» o «algo sustituido por otra cosa». Pues al parecer la postura de Andrés Manuel López Obrador ante la CNTE, es muy semejante. Este fin de semana que pasó, en el caluroso Istmo de Tehuantepec —cuna de la sección 22 del CNTE— el presidente electo Andrés Manuel López Obrador ratificó que la ley de la Reforma Educativa será abrogada o abolida, «¡esa reforma no se va a aplicar!». Sin embargo, como el doctor Lecter, les dijo dando y dando, palomita volando.
Resulta que el presidente electo les pidió a los maestros que se comprometan a dar clases de lunes a viernes y no de lunes a jueves o de manera parcial, ellos también tienen que poner de su parte, no sólo el Ejecutivo Federal. Ya se verá si AMLO puede con los vicios y costumbres que tiene la CNTE. Ellos son broncos y viene por todo, quieren el control de la SEP y por ahí el del SNTE. Ya se verá si el de Macuspana, Tabasco les suelta tantito el sedal.
Comentarios