Las redes sociales se están convirtiendo en una herramienta importante para comunicarnos, pero además para identificar a los agresores en una manifestación. Es el caso de los porros de la UNAM que atacaron a unos estudiantes que se manifestaban pacíficamente en Ciudad Universitaria. A los porros no les importó presentarse mostrando su rostro, no les importó que los fotografiaran y por ello ya son buscados en las redes sociales, en Facebook y en Twitter donde a algunos se les ha ubicado.
Vale señalar que algunos de esos porros tendrán que ser aprehendidos para responder por las lesiones graves en contra de los estudiantes de la UNAM. El salvajismo con que actuaron no se explica, sobre todo porque no les importó ocasionar alguna muerte; hasta bombas incendiarias usaron, lo que pudo agrandar la tragedia.
Ya hay varios perfiles y la búsqueda sigue. Ya algunos de esos cobardes dieron de baja sus perfiles en Facebook y en Twitter, pero otros lo hicieron demasiado tarde.
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