Un cuento para entender el centro, la derecha, la izquierda y el populismo

Izquierda
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- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Esta historia es de una familia conformada por el papá, la mamá y cuatro hijos. El papá resulta que es medio borrachín, viejero y parrandero, por lo que la familia, a pesar de contar con una empresa y patrimonio suficientes, batalla mes con mes para cubrir las necesidades de todos.

La mamá hace lo indecible para mantener unida a la familia, ella ve cómo para que sus hijos tengan lo necesario. Sabe que la casa poco a poco se le está cayendo por falta de mantenimiento y supone que la empresa es saqueada por los amigotes de su esposo, que resultan ser, el gerente de recursos humanos y el contador.

Un día el papá muere en plena borrachera, dicen las malas lenguas que en un burdel de mala nota; la pobre señora no tan desconsolada, tiene que asumir la partida de su marido, Primitivo.

Encuentra que la empresa está mal, pero parece que se puede rescatar; la casa está hipotecada, pero recortando algunos gastos pueden pagarla; y tienen deudas con proveedores y bancos, pero le asegura el contador que pueden negociar.

Los hijos son: Primitivo Jr., como su papá; Pánfilo, como el bisabuelo don Pánfilo Limantour de la Pomposa y Azulada; Cuauhtémoc, como el compadre que tuvo a bien ser el padrino de la criatura, que por cierto era un alto funcionario en tiempos de Eceheverría; y Andrea, la menor, que al final resultó que así se llamaba una de las novias del condenado Primitivo.

Primitivo Jr. es un patán como su papá y lo único que desea es llevar el negocio de la misma manera y con los vicios de siempre, modernizarlo, ajustarlo un poco al gusto de las nuevas generaciones, pero básicamente mantener las conductas de su padre.

Pánfilo recién egresado de administración de empresas, es un joven que las mismas circunstancias de la familia, lo han llevado a ser muy apegado a su novia y a la iglesia; sus ideas son hacerse cargo del negocio y aumentar las utilidades de la empresa familiar.

Cuauhtémoc es un muchacho con ideas izquierdosas y quiere que Pánfilo se encargue del negocio, pero que se le vigile para que sea para el bien de toda la familia. Quiere hacer algunas inversiones y cambiar el mustang del papá, por un vehículo más adecuado para todos, así como invertir en una buena remodelación de la cocina y los baños de la casa.

Andrea desea que se vayan todos al diablo, quiere darle todo a su viejita preciosa que tanto ha sufrido, perdonar a Primitivo Jr. y dejar que él sea quien lleve el negocio familiar, pero ahora ella lo va a vigilar; Pánfilo que se vaya al carajo con su novia y toda su parentela, quienes solo quieren aprovecharse del patrimonio de la familia; de Cuauhtémoc, ni palabra, como si no existiera el pobre.

La mamá sufre al ver que las posiciones de sus hijos no pueden ser más encontradas, así que les pide que le describan más detalladamente sus intenciones y proyectos, ya que la soberanía del negocio y del patrimonio familiar al morir su esposo, están a su nombre.

Primitivo Jr. le promete que va a cambiar, que lo importante es mantener los valores de la familia, que su padre aun con sus fallas, era su padre y, que si los golpeaba siempre era por su bien. Le asegura que hará un uso transparente de los ingresos del negocio familiar, que hablará con el contador para que le informe detalladamente todos los movimientos que registra la empresa. En pocas palabras, le prometió lo mismo que su esposo cuando al otro día de la borrachera, arrepentido, le juraba que todo iba a cambiar.

Pánfilo, le dijo a su mamá que implementaría las mejores y más modernas prácticas en administración que ha aprendido en la escuela, que buscaría deshacerse de todos los vividores que trabajan en la empresa familiar y llevaría a sus compañeros en su lugar. También le dijo que están gastando mucho en cosas inútiles, como las clases de inglés y de ballet de Andrea, y que de momento se olviden de cualquier mejora en la casa, lo importante es equipar el negocio y cambiar la flotilla de camiones repartidores. Se compromete tener la empresa más eficiente y próspera de la ciudad.

Cuauhtémoc en su turno, le dice a su mamá que él retomará algunas ideas de Pánfilo, pero que las inversiones tendrán que equilibrarse entre los requerimientos de la empresa y las necesidades de todos los miembros de la familia, invertirán para que Pánfilo antes de hacerse cargo de la empresa, estudie un posgrado en administración. De Primitivo, dice que lo mejor es llevarlo a una clínica de rehabilitación y darle después una posición en el negocio familiar, pero siempre alejado del dinero que es su debilidad. Andrea que siga estudiando, aún está muy pequeña para hacerse cargo y, por el contrario, además de inglés y ballet, la quiere inscribir en francés y computación. A la mamá la invita a involucrarse en el negocio familiar, ya que es importante que todos los hermanos sientan su presencia y, por último, él se compromete a ver por los intereses de los demás antes que los suyos propios.

Andrea, es la última en hablar, le promete a su mamá y a sus hermanos que despedirá a todos los parásitos que trabajaban con su papá, porque solo han empobrecido a la familia; ella, en dos o tres ocasiones que ha estado en la empresa ha visto las cantidades de dinero que se mueven. Les dice: a Primitivo que si promete portarse bien, lo dejará seguir a cargo de la empresa; a Pánfilo, que si deja a su novia, le va a comprar un coche; y a Cuauhtémoc, que tiene dos opciones, alienarse a lo que ella dice o irse al carajo; termina prometiéndole a su mamá, que ahora todo será maravilloso, que ya han sido maltratados muchos años, y que de momento le va a tramitar una tarjeta gold platinum ultra, para que se compre todo lo que quiera.

La mamá después de haber escuchado a cada uno de los hijos, sabe que cada propuesta de sus hijos la lleva a desenlaces muy distintos; su principal objetivo es mantener la unión familiar y darle a cada uno lo que necesita y no forzosamente lo que quiere. Así que coloca las fotos de sus hijos en el pequeño altar que tiene en su cuarto de costura; a la derecha pone la foto de Pánfilo, justo debajo de San Pancracio; a Cuauhtémoc lo coloca a la izquierda, donde tiene a San Lázaro; a Primitivo Jr. al centro, junto a su papá, ya que ellos requieren la ayuda de nuestro Señor Jesucristo; a Andrea decide dejarla por el momento a un lado, la llevará en su corazón nada más, le pide a Dios que la ilumine y se dispone a acostarse.

Por la noche tiene tres sueños, en el primero ve como su hijo Primitivo Jr. se convierte en un ser despreciable, les arrebata el negocio familiar y prácticamente los hace vivir en las peores condiciones, ya ni siquiera es como su padre que algunas veces mostraba arrepentimiento y les juraba que iba a cambiar, él es déspota y cruel con sus hermanos, a ella, sin golpearla, la maltrata horrible, se despierta del espanto, le reza a San Pancracio y se vuelve a dormir. En el segundo sueño ve como Pánfilo convierte la empresa en un emporio nacional, súper moderna y eficiente; los amigos de su hijo, ahora a cargo de la empresa familiar, disfrutan de los dividendos que ésta produce, mientras ella y sus hermanos, solo reciben lo mínimo indispensable para subsistir. Primitivo Jr. esta tirado de borracho todo el día, Cuauhtémoc ya se fue de la casa y Andrea solo busca la manera de destruir todo y anda con pésimas compañías. Se despierta sudorosa de la pesadilla y decide mejor rezar hasta que la venza el cansancio. En el tercer sueño ve a la que sería la hija de su hija Andrea, a cargo de una empresa completamente en ruinas, la casa en un estado calamitoso y sus hermanos en harapos, obedeciendo sin chistar todas las ordenes que les da la hija de Andrea, en su sueño ve a Andrea, en un yate en el Caribe hablando por teléfono, solo puede oír que da instrucciones de cómo mantener a raya a todos.

Después de esto, solo para completar, decide imaginar que sería sí Cuauhtémoc se hace cargo, piensa que nadie va a estar de acuerdo, porque todos creen que merecen más; la empresa y sus hijos pueden estar bien, trabajando por el bien de la familia.

Al otro día, toda desvelada la pobre mamá, les pide a sus hijos que vayan a su cuarto; les dice que está hasta el copete de obedecer, que, ahora, ella se encargará de los negocios de la familia. Le dice a Primitivo Jr. que ya no le cree ni el Bendito, que deje de ser marrullero y mentiroso; a Pánfilo, que le gustan sus ideas, pero lo importante es que la empresa trabaje para la familia, no que la familia trabaje para la empresa; a Cuauhtémoc, solo le dice que se prepare y que poco a poco se involucre en los negocios; a Andrea, le dice que se deje de tonterías y que se ponga a estudiar, que es muy inteligente, pero así burra, no sirve para nada.

Moraleja: mientras nosotros como sociedad no nos involucremos en el gobierno, será lo mismo siempre, no importa si sean de derecha, centro, izquierda o populistas.

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