Tomás R. Domínguez Sánchez / A los únicos a los que les duele la situación por la que está pasando la Universidad Veracruzana, es a los verdaderos universitarios (incluidos por supuesto, catedráticos, investigadores, personal administrativo, rectores, directores, etc.), a todos los que anduvimos y andamos por alguna de sus facultades, en cada pasillo, en cada aula, en cada mesita (de las que están distribuidas en los patios para tomar un breve descanso después de alguna clase), en cada una de las bibliotecas, en los audiovisuales, cafeterías; todos los que nos hemos formado en la UV sabemos lo que la institución aporta a la sociedad, a todos nosotros sí nos duele ver como se atenta contra la educación en el Estado.
El problema financiero derivado de pésimas administraciones, así como los manejos erróneos de los recursos públicos, por el que atraviesan las instituciones en general, y que para nadie es un secreto, alcanzó a nuestra Alma Mater el tema de la falta de entrega de recursos federales se hizo tan intenso que se dieron declaraciones muy fuertes donde se dijo la cantidad que se adeudaba y teniendo como primera respuesta que el recurso de la máxima casa de estudios se daba de forma subsidiaria, es decir, solo se otorga si el estado está en posibilidad de hacerlo, lo cierto es que los recursos que deben otorgarse a la UV se encuentran en la ley de egresos que año con año aprueba la Legislatura local, así que por Ley se debe entregar en tiempo y forma los dineros a la Universidad.
Además, la UV recibe aportaciones federales que a su vez se encuentran incluidas en el presupuesto de egresos de la federación, recursos que son depositados en las arcas estatales para que sean transferidos íntegramente y de forma inmediata a las cuentas de la Universidad, esto se dejó de hacer desde el año 2013 y generó un monto superior a los 3 mil millones de pesos provocando una situación económica inédita en la Casa de Estudios porque sus edificios sede han dejado de recibir el mantenimiento adecuado, los programas de investigación están detenidos, la matrícula de estudiantes sigue sin crecer por la falta de recursos y espacios adecuados para ofertar más lugares; jamás en la historia del estado se había presentado una situación financiera tan crítica como la que estamos pasando.
Las reacciones de todos los sectores no se hicieron esperar y con el Hastag #TodosSomosUV las redes sociales fueron abarrotadas en señal de apoyo a la UV, además se interpusieron medios legales para exigir el pago por la vía judicial, además ya se mostró el músculo de la Universidad porque el sindicato de personal académico FESAPAUV, que agrupa a otros tantos sindicatos, organizó una marcha bastante nutrida y por si fuera poco los estudiantes, egresados, catedráticos y personal administrativo se organizan para participar en una megamarcha programada para el día 26 de febrero teniendo como punto de reunión la rectoría de la Universidad a las 11:00 a.m. para marchar con dirección a la plaza Lerdo donde se llevará a cabo un mitin y manifestar las exigencias al Ejecutivo estatal; así que se espera mucho tráfico y caos total en la capital pero en esta ocasión es una muestra de respaldo total a un institución educativa que ha aportado grandes cosas a la sociedad veracruzana.
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