Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. «¡Sobran ladrones, no falta dinero!», gritaban pensionados frente a Palacio de Gobierno. El Instituto de Pensiones del Estado (IPE) les adeuda bonos retroactivos desde enero. Además, el pago del aguinaldo también está en riesgo.
La parálisis facial relucía con los rayos del sol en uno de los jubilados que sostenían lonas de la sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Varios frentes se habían unido para exigir a las autoridades que paguen. Se podía observar a integrantes de la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz (Copipev), quienes, con el sudor en la frente y los anteojos empañados, demandaban respeto a sus derechos.
Decenas de personas de la tercera edad paralizaban EL tráfico y mostraban su repudio hacia el Gobierno del estado.
«Duarte… ¡Páganos ahorita!», se leía en una pancarta que sostenían dos mujeres mayores de 65 años, quienes se cubrían del sol con gafas, mismas que abarcaban casi todo su rostro.
La marimba ambientaba la protesta. «Que paguen aguinaldo, que paguen retroactivo, que paguen las pensiones», cantaban y bailaban mientras marchaban en el primer cuadro de la ciudad.
«¡Ratas gordas!», exclamaron afuera de la torre de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), dependencia estatal a cargo de Arturo Bermúdez Zurita.
Dos veces realizaron el recorrido. Iniciaron en Plaza Sebastián Lerdo de Tejada, también llamada Plaza Regina Martínez por el gremio periodístico, y caminaron sobre las calles Juan de la Luz Enríquez, Ignacio Zaragoza y Primo Verdad hasta llegar al mismo punto.
Sin embargo, el personal de la Dirección de Política Regional, que preside Julio Cerecedo, la cual depende de la Secretaría de Gobierno, no mostraba interés por atender a las manifestantes, sin importarles que allí se encontraban personas mayores de 80 años.
El caos vehicular ocasionado por alcaldes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que mantenían un bloqueo en Enríquez para exigir que les entreguen los recursos federales que gestionaron y el gobierno de Veracruz se niega a decir dónde quedaron, alteró a los conductores.
Quienes, amagaban con aventar sus vehículos a los jubilados cuando ingresaban al Viaducto del parque Benito Juárez.
Informantes de gobierno, mejor conocidos como «orejas», que no habían sido observados anteriormente, tomaban fotografías y grababan a los reporteros que daban cobertura a la protesta.
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