¡Ahora resulta que todos son pepistas!

- en Opinión

Édgar Hernández* /

¡Cuando alguien te lame las suelas de los zapatos, colócale el pie encima antes de que comience a morderte!, Paul Valery

Cuando el mundo registra la última insurgencia del siglo XX,  al triunfo de la revolución sandinista, los peores represores, asesinos y la prensa oficial se transformaron en los más patriotas, demócratas, independientes y fustigadores de todo vestigio de dictadura y opresión.

Eso lo vi y viví en Nicaragua en donde al fin de una guerra de 60 años que dejó cientos de miles de cadáveres, la guardia nacional se despojó de sus uniformes, se colocó al cuello el pañuelo rojinegro –símbolo de la guerrilla- y se transformó en la guardia libertadora.

Al paso del tiempo, sin embargo, las cosas habrían de adquirir su justo medio.

Los depredadores sociales y asesinos pararían en la cárcel, la prensa oficial se transformaría en  plural y demócrata de tal suerte que al día de hoy vive de sus tirajes y los saqueadores del erario serían obligados al vómito negro.

En Veracruz, guardada proporción, se está registrando una mutación parecida.

Hasta hace unas horas, antes del informe legislativo de Pepe Yunes, todo era Héctor Yunes Landa. Los diarios adelantaban “Es Héctor Yunes”, “¡Va Héctor!”, “No hay duda, es Héctor”, “Héctor a la de 2, Pepe a la de 6”, “Silva a la de 2, Héctor a la de 6” y en paralelo las redes sociales adelantaban “Pepe declina” y “Yunes Zorrilla se retira de la contienda”.

Asimismo y como resultante de la comida de San Julián los generadores de opinión concluyeron que no había humo blanco.

Hubo incluso quien se atrevió a señalar que fue Beltrones al rancho de los Yunes, acompañado de Javier Duarte y la fidelidad para decirle al aspirante que no era el elegido.

Vaya que pagar la comida, pedirle a toda la familia Yunes Suárez y Yunes Zorrilla, que estuvieran presentes, llevar a la representatividad veracruzana, periodistas incluidos, para decirle ¡Tú no eres!.. Tan ilógico, lineal y predecible para los observadores que jamás se dieron cuenta que la megaseñal también se da sin decir palabra alguna.

Las señales fueron Duarte, Beltrones, Héctor, todos los ex presidentes priistas, los aspirantes de la fidelidad, los diputados locales y federales, los más importantes empresarios e inversionistas de Veracruz, el equipo de Pepe y los más conspicuos dueños de medios y columnistas.

Ese maremágnum no lo vieron en san Julián, que pena.

Concedamos, sin embargo, que Pepe estaba muerto después de San Julián… luego entonces ¿qué pasó?

Horas después en el marco de su tercer informe legislativo, ya sin Manlio presente, ni todos los actores invitados arriba descritos como claro mensaje, es decir, tan solo con la presencia del gobernador Javier Duarte, sus aspirantes y el maltrecho gabinete, así como el senador Héctor Yunes Landa, en extremo serio y con paso apresurado al final del evento, se registra una génesis.

Con el aval de 13 mil simpatizantes, con el respaldo de los hombres de mayor poder económico de Veracruz, y ante el azoro de la prensa oficial y los llamados “cagatinta” se da el abrazo de Javier y Pepe.

Se sucede asimismo el demoledor discurso de rechazo a la corrupción y los moches y es ahí donde se pone en su justo medio al Cisne, Alberto Silva, con ese  olvido intencional de su presencia y su nombre.

Y ese bofetón con guante blanco a los hoy diputadores federales y locales corruptos, así como colaboradores de la Fidelidad a quienes sin decirlo les adelanta investigación y castigo por el brutal saqueo.

El vuelco es instantáneo.

El “¡Yo siempre lo dije!”, “¡Siempre estuve con Pepe!”, el grito de “¡Ya estamos hasta la madre de este gobierno” de parte de los aun colaboradores de Duarte, el impresionante ¡Ya basta! ¡Ya era hora! ¡Yo no podía hablar hasta ahora! en mucho recuerda al ¡Muera el rey, viva el rey!

¿Dónde están los defensores del señor Javier Duarte?

Excuso citar los titulares de este lunes en donde las ocho columnas se las entregan sin reservas llenas de lisonja a Pepe Yunes. El sinfín de adjetivaciones desborda la miel, mientras las redes coinciden en el “Cualquiera, menos Héctor”.

Los “Ginos”, gracias a la virgencita de Guadalupe, hoy son los más preclaros y entregados pepistas y los mismos hectoristas ya empezaron a tocar las puertas del presunto vencedor.

Semanarios y revistas opositoras a Pepe Yunes que lo difamaron y publicaron páginas inconfesables donde se metían con lo más caro del hombre, la familia, ahora andan buscando puentes de diálogo y acuerdos, ofreciendo gacetillas y publicaciones gratuitas y hacer de todo para congraciarse, incluso llegar a la ignominia con tal de seguir pegados a la ubre.

Y eso que aún no se decide nada ya que estamos hablando de percepciones, de supuestos y de tiempos políticos que aún no suceden.

Con el evento de Pepe cierra por lo pronto el ciclo sexenal más intenso previo al “Destape”.

Javier Duarte ya rindió su informe. Héctor en paralelo. Pepe en consecuencia. Mientras en el PRI nacional ya se fijaron las reglas del juego para el proceso sucesorio que se traslada hasta enero del 2016.

Ahora solo queda esperar.

Asoman las fiestas de fin de año. Brindis, anhelos y la carta a los Santos Reyes, en una semanas más arranca un nuevo año. Con él, la nueva visita presidencial, el 5 de enero, en el marco de la conmemoración de la promulgación de la Ley Agraria.

Después de ese protocolo en una de esas se cumple el adelanto de la cargada en favor de José Francisco Yunes Zorrilla, ¡Llámenme Pepe! en donde buscarán sumarse los buenos, los malos y los feos.

Esa es la condición humana.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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