Quedó claro que el Partido del Trabajo sin Andrés Manuel López Obrador es nada. En su desesperación, y ante la inminencia de su pérdida de registro, ahora pretenden fusionarse al Partido de la Revolución Democrática. ¡A buen árbol se arriman! El PRD no desaparece porque para el gobierno de Peña Nieto es necesario mostrar que también hay partidos de izquierda. Una vez que a Morena se trasladen todos los que realmente son de izquierda, lo único que quedará en el PRD serán “chuchos”, es decir, perros. Entonces el PRD buscará fusionarse a algún partido; igual con el Verde, después de todo las diferencias no deben de ser tan grandes.
Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.