Demasiados independientes para pulverizar el voto
Ya son muchos los candidatos independientes a la presidencia de la República para la elección de 2018. La gran mayoría, incluyendo a la zapatista, sólo van a estorbar en la contienda; ellos lo saben y a pesar de eso se inscribieron. De esa gran mayoría, podemos decir que casi todos tendrán patrocinio gubernamental, porque eso de ser independientes no se lo creen ni en su casa.
No es fácil ser candidato independiente. Además del registro que ya debieron haber hecho, los independientes deberán tener una Asociación Civil y abrir una cuenta bancaria en la que se depositen los recursos correspondientes para campaña, así como recabar las firmas de mínimo el uno por ciento de la lista nominal, lo que equivale a 866 mil 593 personas. Nadie puede juntar tantas firmas sino es porque los ayudan a juntarlas y muchas de esas firmas terminan siendo ilegítimas.
La única explicación que tenemos para que haya tantos candidatos independientes es que el Gobierno Federal pretende pulverizar el voto; pretende dividir, porque los votos que lleguen a los independientes, por muy pocos que puedan ser, son de incautos que pudiendo votar por un cambio real, prefieren creer en la ilusión de un independiente. Los partidos fuertes, como el PRI, tienen su voto duro, y ese voto no se va con los independientes.
Nos queda claro que en la ciudad de Xalapa se ha desatado una ola de robos a viviendas y a transeúntes como no se había dado en mucho tiempo. En las colonias Las Fuentes, Lomas Verdes, Jardines de Xalapa, Ferrocarrilera, eso sin mencionar las colonias que de por sí están catalogadas como peligrosas.
Si le escarban más al caso de la Secretaría de Turismo van a encontrar verdaderos desfalcos. Por ejemplo, una empleada que tenía una excelente relación con la titular de Turismo de esa época, a pesar de cubrir una plaza como analista, se ostentaba como directora de Cinematografía, y con ello obtenía viáticos para viajar en avión, como si fuera funcionario de primer nivel.
Se nos hace raro que sólo se mencione el nombre de Dalia “N” en la denuncia penal interpuesta por el actual titular de Turismo, Leopoldo Domínguez Armengual. Lo decimos porque existen informes periodístico muy bien documentados donde se advierte del tráfico de influencias y los malos manejos administrativos desde la gestión de Leticia Perlasca como la primera titular de Turismo en el sexenio de Javier Duarte. Uno de esos reportajes es el que le dio al periodista Armando Ortiz el Premio Nacional de Periodismo.
Era una regla no escrita en México, que los expresidentes no hicieran política; la razón: para no opacar ni entorpecer el trabajo del nuevo “Tlatoani”. Así fue en nuestro país hasta que Carlos Salinas se puso en huelga de hambre, según, para limpiar su honorabilidad y para exigir la libertad de su hermano incómodo, Raúl. Ernesto Zedillo respeto esa regla.
Margarita Zavala renuncia a su militancia en el Partido Acción Nacional (PAN), pero todos nos quedamos esperando que también renunciara Calderón. De hecho, el deseo ferviente de los panistas es que Calderón ya se vaya del partido, porque como dijo el senador Ernesto Ruffo, es como la pus que contamina la sangre de su partido.
Después de que los familiares dieron muchas vueltas, esperando que se aplicara la justicia de los hombres, al fin ésta ha llegado. Se acuerda usted del fatal accidente que ocasionó el chofer de una pipa, casi a la salida de la terminal de autobuses CAXA en la avenida Lázaro Cárdenas. Pues después de casi un año, policías ministeriales adscritos a la Fiscalía Regional zona centro Xalapa, detuvieron al chofer con nombre Osiris “N”.
Consummātum est es una locución latina de uso actual que significa literalmente «se acabó todo» o «todo está cumplido». Según la traducción de la Vulgata latina (Evangelio de Juan, 19, 30), últimas palabras de Cristo en la cruz. Se emplea a propósito de un desastre o de un gran dolor. Gramaticalmente, es el pretérito perfecto pasado de consummāre (consumar, acabar). También puede significar «se ha terminado». Pues al parecer, la carrera política del expresidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, se ha terminado en las filas del Partido Acción Nacional (PAN).