Lamentablemente el Covid-19 ha destruido más que sueños, más que planes a futuro, más que cualquier cosa en este mundo. Ha quitado vidas, siendo invisible y microscópico ha destruido sin ser visto a cientos de personas, amigos y familiares. También hay a quien este virus les ha quitado todo en la vida. Este es el caso de José Martín Chávez Enríquez, un hombre originario de Tultepec, Estado de México, quien desde que la pandemia empezara hasta esta fecha, ha perdido a 16 de sus familiares.
Todo empezó el año pasado, uno de sus tíos lejanos había sido el primero en morirse por el virus, en aquella ocasión gran parte de su familia fue al velorio sin saber a qué se estaban exponiendo. Tristemente, y así como piezas de dominó, pariente tras pariente de José Martín Chávez Enríquez iban cayendo; su abuelo y tres de sus tíos directos también fallecieron. El hombre de 32 años contó que los demás de sus parientes muertos eran primos y otros tíos lejanos. Pero la muerte que más le dolió fue la de su madre, quien no pudo vencer al virus y ahora guarda sus cenizas en su casa.
José Martín Chávez Enríquez es dueño de un Spa, pero por la contingencia sanitaria cerró su local y a la fecha no ha podido abrirlo. Gracias a sus ahorros ha podido con los gastos que implica tener a un paciente Covid, según esta persona a la fecha se ha gastado más de ochenta mil pesos en medicinas y demás.
“No he tenido tiempo ni de llorar, estoy como pasmado. Mi mamá murió antier, mi papá todavía lo tengo enfermo en casa y mi hermana, ya logró salir adelante. No sé de dónde me salen fuerzas para seguir con esto”, expresó Chávez Enríquez. Asimismo, el dueño del Spa dijo que él también fue al velorio del tío, pero su cuerpo fue más fuerte. Recuerde, si se cuida usted nos cuida a todos.
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