Señor Presidente ¿A qué viene otra vez a Veracruz?

Presidente
Andrés Manuel López Obrador FOTO: TWITTER
- en Opinión

Edgar Hernández* / 

¡Mil 359 muertos por Covid-19 le dan la bienvenida!

Señor don Peje:

Ha de perdonar el atrevimiento, pero si viene a decirnos que el gobernador Cuitláhuac García es un “bendito”, mejor quédese en su lujoso palacio y deje a nuestro atarantado en el suyo.

Si viene a decirnos que es honesto le sugerimos mejor que revise el historial de corrupción de él y su equipo los primeros 18 meses, para que no le digan… para que no le cuenten que la Luna es de queso.

En igual proporción, si viene a decirnos que Cuitláhuac es muy trabajador, que está alejado del nepotismo y que ve por su pueblo las 24 horas combatiendo la inseguridad, mejor le sugerimos se venga a vivir unos días a cualquiera de los 212 municipios para que vea lo que es amar a Dios en tierra de indios.

Y si viene a reorganizar a su partido, Morena, que está hecho un soberano desmadre resultante de la disputa por el poder y el dinero entre las tribus, mejor enfóquese y piense que las campañas electorales ya acabaron para usted y no pierda de vista que usted es “el presidente de todos los mexicanos sean chairos, tricolores o azules”.

Ah, pero si usted viene a arreglar las cosas, a constatar que Cuitláhuac es considerado a nivel república como el peor –o que está entre los peores- gobernadores por su trabajo en materia de seguridad y sanidad, pues entonces bienvenido.

Si usted viene a constatar que los programas sociales solo son de lengua y que las urgencias médicas se atienden previo moche en la compra de medicinas, que la seguridad pública está soportada en la corrupción de arriba para abajo y de abajo para arriba, que no es cierto que haya playas en Poza Rica y Papantla –nunca las hubo ni en los dibujos de primaria- y que la obra pública registra una malversación no vista en décadas, pues en una de esas y hasta seguiríamos votando por su causa.

Un par de cositas más.

Si usted viene a checar las cuentas y devoluciones de Sefiplan a la Federación por 4 mil 200 millones de pesos por subejercicio 2019, a comprobar las costosas babosadas en obra pública del alcalde de Morena en Xalapa, Hipólito Rodríguez, quien también año con año devuelve el dinero a la hacienda pública por no saber cómo usarlo, pues amigo nuestro, hasta lo dejamos venir sin tapaboca.

Pero además, si viene a checar las marranadas de los diputados con la designaciones de la Fiscal Verónica Hernández, vinculada al crimen organizado, los abusivos dedazos hacia ORFIS y el Poder Judicial, así como la imposición de una reforma constitucional para evitar la “Revocación del Mandato” de su gobernador, a contrapelo de la bandera de la Cuarta Transformación, pues entonces pensaremos en que el “bendito”, tanto como la Virgen de Guadalupe, no es el Cuicaras, sino usted.

Lo que sí, es que ¡Por favor! ya no venga a más de lo mismo.

Ya no lo queremos ver besuquear a las niñas ni a nuestras potables jarochas; ni que simule viene a comer arrocito con frijolitos porque ya sabemos las viandas que se despacha.

Tampoco venga a indagar si solo tenemos un par de zapatitos y unos pantaloncitos raídos, ni a decirnos que acusemos con sus mamás a los delincuentes de los seis Cárteles, o que somos una punta de fifís chayoteros, porque entonces este pueblo le pedirá que mejor se vaya a su rancho de Chiapas.

Y todo eso –usted habrá de disculpar- porque el pueblo ya está hasta la madre más que de la pandemia por Covid-19, de las mentiras.

Veracruz no solo padece el coronavirus, sino la peste.

Y nomás no le atinamos con la gobernabilidad como para que usted venga a decirnos que estamos a toda madre y que una veracruzana que no es veracruzana sino de Zacatecas, Rocío Nahle no roba y que gobernará una vez que concluya Cuitláhuac, porque eso sí que estaría de la chingada.

No venga, mejor llévese a su “Juanito” a México que es en donde se nota menos si es bendito, honesto y trabajador y déjenos a uno menos tonto, porque de lo contrario, algo habrá de suceder en Veracruz el año próximo en donde, en una de esas, la BOA se les va a meter por donde menos lo esperan, por atrás.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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