La tarde de este viernes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, realizó una gira de trabajo en el municipio de Minatitlán, hasta donde llegaron miles de habitantes de la región con la esperanza de ser escuchados por el mandatario. Como suele ocurrir en estos eventos, las porras, los aplausos y las constantes interrupciones durante la intervención del jefe del ejecutivo federal no se hicieron esperar. Pero contrario a lo que muchos esperaban, en esta ocasión AMLO les puso un estense quietos a los asistentes, pues prácticamente no lo dejaban ni hablar.
Tras varios minutos en los que los ciudadanos gritaban y exigían ser apoyados con proyectos específicos, López Obrador subió la voz y dijo: “Esperen y escúchenme; así como yo recojo sus sentimientos, también quiero que conozcan lo que estamos llevando a cabo, porque necesito que estén informados”. Lo anterior, recalcó, servirá para que los propios habitantes de la zona sean quienes vigilen que los proyectos que está impulsando, se cumplan a cabalidad. Y aunque por un momento se calmaron los ánimos, luego de olvidaron de la petición del presidente, y los gritos continuaron. Cabe mencionar que fue en este evento en el que abuchearon al gobernador Cuitláhuac García.
Por cierto, antes de llegar a Minatitlán, el presidente estuvo en Tabasco, en específico en Chontalpa, a donde acudió para dar a conocer lo que será el programa Sembrando Vidas. Lo que ha llamado la atención es que en esta ocasión el presidente sí viajó acompañado de un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó varias camionetas oficiales del gobierno del estado de Tabasco, así como patrullas y policías fuertemente armados. Se dice que la zona por la que López Obrador cruzó para llegar a Veracruz está considerada como uno de los focos rojos del huachicol, quizá eso motivo a su equipo para pedir seguridad especial.
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