Juan Javier Gómez Cazarín, “el Carón”
Cuando el Carón llegó al averno su refugio la huesuda se espantó por su carota de Furcio. Se decía el operador del señor de los
Cuando el Carón llegó al averno su refugio la huesuda se espantó por su carota de Furcio. Se decía el operador del señor de los
Le decían el Bola 8, pero no por su hermosura, le encantaba el zancocho, por ello esa gordura. La calaca pretendía un puesto en el
Cuitláhuac en el abismo de las encuestas se hallaba. Por ser Rey del Nepotismo al infierno resbalaba. Para ocultar su pecado nepotista aunque le duela, se