Nico el chofer de AMLO también es rata de cola grande, sus hijos tienen más de 60 hectáreas en Tulum
Se acuerda usted de la letanía que repetía el presidente López Obrador, al principio de su mandato de «no mentir, no robar y no traicionar». Pues al parecer solo fue un parapeto para que muchos de incautos le creyeran. Hoy, a un año de terminar su mandato, la corrupción en la 4T brota como pus maloliente. Primero aparecieron videos, donde sus hermanos recibían sobres amarillos llenos de dinero, luego los contratos asignados directamente a su prima Felipa, no se quedó atrás, su primogénito con el escándalo de la Casa Gris, ni tampoco el secretario de defensa con su departamento fifí.