Arturo Zaldívar, ya nada más falta que lo orine un perro. Piden se investigue como tráfico de influencias las intervenciones respetuosas del presidente a sus decisiones
¿Para qué dejó Arturo Zaldívar la Suprema Corte de Justicia de la Nación? Pues para sumarse a la campaña de Claudia Sheinbaum, aunque al final no lo sumaron; ni siquiera lo dejaron subirse al templete, sino que lo dejaron abajo con la perrada. Luego de eso el ministro Zaldívar quiso agandallarse una pensión de 250 mil pesos mensuales, y un séquito de más de 15 asistentes y sirvientes, además de dos Suburban blindadas, computadoras y hasta el papel de baño de su oficina. Pero no dejaron que se agandallara.