Aunque el presidente Andrés López Obrador garantizó la distribución de los libros de texto, no hay ninguna que obligue a los maestros, para que los usen en sus aulas para dar clases. Sobre todo, si estos presentan errores, y más aún, si llegan detectar un sesgo a favor del gobierno de la 4T. Lo cierto es que, los libros del nivel de primaria están presentando errores garrafales, en el área de matemáticas.
En los libros de secundaria ha causado resquemor en los padres de familia el uso del lenguaje inclusivo, además, en el nivel de bachillerato se percibe una polarización al utilizar términos como, “fifís y chairos”.
Por lo pronto, en unas cuantas semanas los maestros en sus talleres de inicio de clases, examinaran con lupa los libros de texto gratuito. Después de ello, ya se verá si estos pasan el riguroso examen de los maestros.
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