Fue por esta y otras declaraciones irresponsables del presidente López Obrador que Dina Boluarte decidió retirar a su embajador en México. La respuesta de la presidenta de Perú también fue enérgica: «Rechazo enérgicamente las expresiones formuladas por el presidente de México sobre asuntos internos del Perú y sus inaceptables cuestionamientos que de manera reiterada formula sobre el origen constitucional y democrático de mi Gobierno. El señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, el mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú».
Ah, pero en el discurso López Obrador pregona la no intervención, pero bien que interviene: «Muy lamentable y no puede uno callar ante la injusticia, nosotros vamos a seguir apoyando al presiente Pedro Castillo». Por supuesto, los dichos del presidente no cambiarán nada en el gobierno en Perú. Vaya, hasta su amigo Daniel Ortega lo toma a loco y ni le contesta las cartas.