Es por ello que Claudia Sheinbaum, en el colmo del absurdo, no sólo señaló que no se aceptará el dictamen, sino que además demandará a una empresa tan prestigiosa, fundada en 1864 y que opera en más de 100 países. Señala Sandra Romandía, columnista de El Universal: “La realidad es que este tercer dictamen “Causa-raíz” hizo especial foco en el tema de mantenimiento (…) específicamente después de los magnos ocurridos en 2017— así como la ausencia de supervisión de los tramos para detectar posibles fallas. Es decir, el tercer informe señalaba por igual ambas responsabilidades: problemas en su construcción, y un evidente descuido de las autoridades actuales al no haber consignado un deterioro ni destinado el recurso económico y humano al mantenimiento adecuado”.
Con razón la Sheinbaum calificó el informe de DNV como “falso y tendencioso”, pues claro, si la señalaba a ella como una de las responsables del colapso de la Línea 12 del Metro.