¿Qué debían corregir el documento? Pero eso no es todo, conforme la consultora noruega entregaba los avances del informe, el gobierno de la Sheinbaum exigía que se modificaran las razones. Anota El Universal: «Mientras tanto en 15 de febrero se le envío una notificación de que no cumplía con lo estipulado en el contrato celebrado. En oficios de marzo y abril se les notificó que no tenían documentada la hipótesis en el tramo espejo de la Línea 12, y se le solicitó desarrollar el tema del mal diseño en la estructura por el fenómeno de fatiga». Es decir, Claudia Sheinbaum quería que la consultora noruega concluyera que el colapso se debió al diseño de origen y no a la falta de mantenimiento que le correspondía.
Por su parte Jesús Antonio Esteva, sin realizar peritaje alguno, lanzó su propio informe ajustado a capricho de Claudia Sheinbaum: «Fallas de diseño: La resistencia a la fatiga de los pernos no cumplió con las especificaciones de AASHTO, aún en un escenario en el que el puente hubiera sido construido conforme a las especificaciones (proyecto ejecutivo), los pernos más críticos hayan fallado luego del paso de 1.25 millones de trenes, o aproximadamente 14 años de operación». ¡Qué ganas de empinarse solos!