Este suceso tuvo lugar el domingo pasado y según medios internacionales, el niño disfrutaba de un día en la playa cuando, de repente, el feroz tiburón se le acercó y de una mordida casi le arranca la pierna derecha. El chico, al sentir la mordida, hizo lo primero que le pasó por la mente y, de un golpe en la cara, lo ahuyentó.
Al ser sacado del mar, este niño fue trasladado de emergencias a un hospital para que sus heridas fueran tratadas. Afortunadamente, el tiburón no lo hirió de muerte. El chico alegó que su agresor tenía un tamaño bastante considerable.