Salinas Pliego empezó el sexenio de López Obrador como uno de los empresarios favoritos de la Cuarta Transformación. Nadie lo increpaba, nadie lo investigaba, nadie lo denunciaba; el mismo Salinas Pliego exhibía su soberbia e impunidad en las redes sociales. Nadie se podía meter con el empresario amigo del presidente, porque de inmediato el empresario lanzaba el ladrido altanero que indicaba la posición que se había ganado en este sexenio. Pero algo pasó. Dicen, los que saben, que Salinas Pliego empezó a jugarle chueco al presidente, a jugarle chueco a la favorita del presidente de apellido Sheinbaum; incluso se habló de que el empresario quería crear su propio partido político.
Tal vez por ello las investigaciones se le acercan a Salinas Pliego, quien apareció en una lista de 79 personajes que son investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que en este caso preside Pablo Gómez. Es por ello que Salinas Pliego ya anda tramitando amparos para evitar que la UIF investigue sus movimientos financieros de los últimos 10 años.
Vale mencionar que el empresario ha salido constantemente como propietario de varias empresas off shore, esas que tienen su sede en Panamá y que se utilizan los multimillonarios para sacar dinero del país, o realizar compras sin tener que pagar impuestos en México. ¿Qué esconde Ricardo Salinas Pliego que no quiere que la UIF lo investigue?
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