»En ese sentido estoy a favor de ese derecho inalienable que tienen las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Ahora bien, no estoy a favor de que las manifestaciones que buscan reivindicar ese derecho sean encabezadas por las llamadas feministas, mujeres que en su forma de actuar glorifican la anarquía, estigmatizan a los hombres y hasta a las mismas mujeres».
Se puede estar en contra del aborto, en contra de la criminalización de las mujeres que abortan, pero también se puede estar en contra de las manifestaciones para reivindicar el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Sólo una mente cerrada, imbécil, podría concluir que, si uno está en contra de ese tipo de manifestaciones violentas, entonces uno está en contra de los derechos de la mujer.