Debido a la contingencia del coronavirus que padece el país, la iglesia católica declaró que las misas ahora serían en línea. Ante esta noticia, todos los sacerdotes acataron las órdenes. En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en Jalostotitlán, en los Altos de Jalisco. La misa se estaba llevando a cabo bajo el encargo del sacerdote Miguel Domínguez García. De repente, surgió algo inesperado. Al sacerdote Miguel Domínguez le entró una llamada a su celular, la cual hizo que la expresión de su rostro se notara sorprendido. El sacerdote se quedó serio por unos segundos ante todos los que estaban siguiendo la misa por internet. El sacerdote al ver que el que le marcaba era nada más y nada menos que el Papa Francisco quedó sorprendido y decidió compartir la llamada a todos sus seguidores.
Miguel Domínguez colocó el micrófono en la bocina para que todos escucharan que el propio Francisco era quien le estaba llamando. Todos los seguidores quedaron igual de sorprendidos cuando escucharon que era el Papa Francisco quien estaba llamando y esto fue lo que se escuchó en la llamada: “Todavía aguanto”, dijo el Papa. “¿Cómo están sus pulmones?” “Bien, muy bien. ¿Qué estás haciendo vos ahora?” “Eh, voy a prepararme para la misa”. “No, pero digo ¿qué trabajo tenés?”. “¡Ah! Soy párroco en una parroquia de mi diócesis y encargado de cultura. ¿Cómo ve?”. “Da mis saludos a tus feligreses”. “Cómo no! Con mucho gusto”. “La bendición y que recen por mí”. “¡¡Cómo no, Santo Padre! Con mucho gusto. Un abrazo de parte de ellos también y de mi familia”.
“Qué Dios te bendiga mucho ¿eh? Me acuerdo mucho de vos”. “Gracias, Santo Padre”. “Que Dios te bendiga”. Después de la llamada, las personas empezaron a generar polémica pues al parecer lo que habían entendido es que el papa estaba mal de sus pulmones o había estado mal, pero el sacerdote no quiso de hablar de eso y señaló que la llamada del Papa fue para agradecerle una carta que él le había escrito unos cuantos años atrás.
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