Miguel Domínguez colocó el micrófono en la bocina para que todos escucharan que el propio Francisco era quien le estaba llamando. Todos los seguidores quedaron igual de sorprendidos cuando escucharon que era el Papa Francisco quien estaba llamando y esto fue lo que se escuchó en la llamada: “Todavía aguanto”, dijo el Papa. “¿Cómo están sus pulmones?” “Bien, muy bien. ¿Qué estás haciendo vos ahora?” “Eh, voy a prepararme para la misa”. “No, pero digo ¿qué trabajo tenés?”. “¡Ah! Soy párroco en una parroquia de mi diócesis y encargado de cultura. ¿Cómo ve?”. “Da mis saludos a tus feligreses”. “Cómo no! Con mucho gusto”. “La bendición y que recen por mí”. “¡¡Cómo no, Santo Padre! Con mucho gusto. Un abrazo de parte de ellos también y de mi familia”.
“Qué Dios te bendiga mucho ¿eh? Me acuerdo mucho de vos”. “Gracias, Santo Padre”. “Que Dios te bendiga”. Después de la llamada, las personas empezaron a generar polémica pues al parecer lo que habían entendido es que el papa estaba mal de sus pulmones o había estado mal, pero el sacerdote no quiso de hablar de eso y señaló que la llamada del Papa fue para agradecerle una carta que él le había escrito unos cuantos años atrás.