Y no es que Emilio Lozoya, quien ya había salido de Pemex por señalamientos de corrupción, se sintiera inocente, antes bien se sentía impune, pues mientras Enrique Peña Nieto fuera presidente de México, nadie se atrevería a tocarlo. Cabe mencionar que Emilio Lozoya fue, en el 2012, encargado de la vinculación internacional en la campaña de Peña Nieto. En ese entonces la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) cuyo titular fue Santiago Nieto, quien tuvo que renunciar por andar acusando a Lozoya, lo andaba investigando.
Lozoya ya preparaba dos denuncias formales contra Santiago Nieto, quien ahora, en el gobierno de López Obrador ya es titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y anda muy activo recabando información para hundir a Lozoya Austin. Ya lo dice Dionisio Pinzón en El gallo de oro: «Como la rueda de la fortuna es la vida, a veces estamos abajo, a veces estamos arriba».