En el estado todo anda bien, pero si algo llegara a andar mal, la culpa es de los gobiernos anteriores, no del gobernador Cuitláhuac García. Desabasto de medicinas, la culpa es de los demás; dengue, la culpa es de los demás; primer lugar en feminicidios, la culpa es de los demás; estar entre los primeros lugares en secuestros, la culpa es de los demás; estar entre los primeros lugares en homicidios, la culpa es de los demás; primer lugar en nepotismo, ahí si no, ahí la culpa es de su abuela. Por supuesto, todo indica que el gobernador de Veracruz no asume ni asumirá su responsabilidad.
Mientras Veracruz tenga un pasado reciente, la culpa de los que pase en el presente, siempre la tendrá el pasado; ¡vaya actitud pueril! De entrada, es lamentable, sobre todo si tomamos en cuenta que el estado de Veracruz está viviendo días poco ordinarios.
En el sur de Veracruz, a pesar de la llegada de la Guardia Nacional, los delitos de alto impacto no cesan. Las masacres que se han llevado a cabo no tienen solución, por lo que los crímenes del bar Caballo Blanco, donde murieron hombres, mujeres y niños, permanecen impunes. De modo que es una falacia señalar que ya no hay impunidad, pues él mismo no controla el ejercicio de la justicia. Días oscuros vive Veracruz, con un gobernador que no responde a la realidad.
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