Fuerte, muy fuerte lo que comenta el periodista Édgar Hernández en su columna Línea Caliente sobre el incendio de palacio municipal de Catemaco: «La operación para poner en llamas a Catemaco costó 750 mil pesos. Es lo que se le pagó al “Pichirilo”. Fue, como acostumbra el alcalde… “en efe”. En la gestación de tan perverso entramado están el alcalde González Azamar y el diputado local con “fuero” Vicente Benítez, empeñado en crear una cortina de fuego y humo para destruir todas las evidencias que esconden el desvío millonario al erario público 2016 de Catemaco. Fueron 20 millones los que se destinaron de parte del ayuntamiento para su campaña electoral».
Lo sucedido en Catemaco es un asunto de seguridad en el que se puso en riesgo la vida de un religioso, pero además se desestabilizó completamente al municipio. Las imágenes que nos llegan a la redacción son de un caos verdadero, en el que la policía del estado brilló por su ausencia.
De tener razón lo dicho por Édgar Hernández estamos hablando de un estado sin ley, donde un sujeto cualquiera, incluso con fuero como Vicente Benítez, podría con dinero desestabilizar el orden en cualquier municipio.
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