«Los cárteles de la droga se han infiltrado durante mucho tiempo en el Estado mexicano», asegura The New York Times
Ya sabía López Obrador que este jueves 22 de febrero el periódico estadunidense The New York Times publicaría un reportaje sobre las investigaciones del gobierno de los Estados Unidos donde se revelan los vínculos entre algunos aliados y colaboradores del presidente con integrantes del crimen organizado, entre ellos el mismo Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa. El periódico norteamericano anota: «Los cárteles de la droga se han infiltrado durante mucho tiempo en el Estado mexicano, desde los niveles más bajos hasta los niveles más altos del gobierno. Pagan a la policía, manipulan a los alcaldes, cooptan a altos funcionarios y dominan amplias zonas del país». Las aseveraciones no son supuestos, para el gobierno de Joe Biden los grupos del narco cogobiernan con López Obrador.
Sin embargo, NYT reconoce que el gobierno de Biden no encontró «ninguna conexión directa entre el propio presidente y las organizaciones criminales». Pero entre sus aliados y colaboradores sí. Sólo que el gobierno de los Estados Unidos ha desistido de la investigación pues no ven pertinente meterse en problemas legales con el titular de un gobierno aliado.
Los veracruzanos saben que uno de los gobernadores más corruptos que ha tenido el estado de Veracruz, ha sido el nefasto Javier Duarte. No por algo ha pasado varios años en el fresco bote. Su gobierno lleno de corruptelas fue una pesada loza, que el peroteño Pepe Yunes, tuvo que cargar en la elección a gobernador en el 2018. En ese año, el tabasqueño Andrés López Obrador, supo de manera muy inteligente, manejar a su favor el descontento que habían generado los gobiernos panistas, sobre todo priistas. Ese fenómeno, fue conocido como el “efecto Peje”.
Cuando quería ser gobernador de Veracruz, Sergio Gutiérrez Luna, el amigo íntimo de Jaime Maussan, declaraba: «Yo sí soy veracruzano y merezco la candidatura». Anduvo Gutiérrez Luna haciendo mucho ruido, tanto que la gente ya se estaba creyendo eso de que era veracruzano, de Minatitlán, Veracruz, presumía el diputado. Sin embargo, cuando se trata de agarrar hueso el señor no tiene empacho en cambiar de terruño.
Arturo Zaldívar, de ser un ministro de la Suprema Corte muy respetado, pasó a ser un monigote, títere de la 4T. ¡Su caso da lástima! Pensó que Claudia Sheinbaum, después de las porras abyectas que le lanzó lo iba a poner a la diestra de su presencia. Pero no, ni siquiera lo quieren cerca. Y luego llega el presidente y exhibe la injerencia que el ministro permitía cuando era presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En el programa de Ciro Gómez Leyva, “santo patrono de las causas perdidas”, Zaldívar acudió a explicar los dichos del presidente. Un Zaldívar azorado ante la exhibida, trató de explicar lo que quiso decir el presidente: «Nunca hablé o he hablado con ningún juez, jueza, magistrado o magistrada para proponerle, sugerirle, insinuarle y mucho menos instruirlos en determinado caso».
La prostitución no solo es carnal, no solo se limita al intercambio y venta de caricias, esta también se da en el intercambio de favores políticos, como los que le pedía “respetuosamente” el presidente Andrés Manuel López Obrador, al expresidente de la Suprema Corte de justicia de la Nación(SCJN).
A nadie le cabe una pizca de duda de que el presidente López Obrador, es un Zoon politikón, un animal político que se las sabe de todas. Sin embargo, al mejor cazador se le va la liebre. Y es que el ejecutivo federal cometió un error garrafal, al reconocer que podía intervenir en asuntos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cuando Arturo Zaldívar era presidente. De entrada, con esta declaración, queda muy mal parado al expresidente de la SCJN, ya que este, queda como un empleado del presidente y deja al descubierto la abyección de la SCJN durante el periodo de Zaldívar.
Un encomendado se acercó al esposo de Rocío Nahle, José Luis Peña, para decirle que iba de parte de Eleazar Guerrero, líder de la asociación civil “Unidos Todos”. José Luis Peña lo corrigió, le dijo que más bien iba de parte de “Robemos Todos”. La candidata de Morena al gobierno de Veracruz está enterada de la corrupción de Eleazar Guerrero, quien se sirvió de los recursos de los veracruzanos a manos llenas. Pepe Yunes también sabe que el saqueo cometido por Eleazar Guerrero en Veracruz es semejante al que llevó a cabo Javier Duarte.