Fernández Noroña no entiende que AMLO no lo quiere. «Al excluirme a mí, se está excluyendo a millones de mexicanos». ¡Sí, cómo no!
Gerardo Fernández Noroña no está en los afectos del presidente, ni es parte de su estrategia. Noroña no representa para AMLO un riesgo de escisión, como si representa Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard. Si Noroña decide hacer un berrinche y salirse de la alianza de la 4T, nada pasaría; sólo uno que otro pulgoso como él se saldrían del pacto de Morena con el Partido del Trabajo. Por eso, las rabietas de Fernández Noroña no le importan a López Obrador, y Noroña lo sabe.