A López Obrador le gustan los floreros. Primero Olga Sánchez Cordero, a quien no la pelaban los hombres del gabinete. Ahora el florero Luisa
Ahora sabemos que al presidente López Obrador le gustan los floreros. Floreros que no tengan la impertinencia de decirte que lo que estás haciendo está mal; floreros que adornen tu sala o tus conferencias mañaneras. Tal fue el caso de Olga Sánchez Cordero a su paso por la Secretaría de Gobernación. La entonces secretaria de Gobernación se quejaba de que en el gabinete de López Obrador nadie la pelaba y hasta declaró: «Hay misoginia dentro del Gabinete mexicano como en el resto de la sociedad». A la señora la tenían para atender asuntos de citas para tomar el té, visitas de cortesía o declaraciones glamorosas; pero nada para atender en su oficina.