La pensión de adultos mayores es una estrategia electorera. En alguna ocasión Salvador Manzur, exalcalde de Boca del Río y operador político del PRI en ese entonces, habló de esta manera sobre esas pensiones: “Y se les paga por eso, por participar políticamente. Entonces es realmente oro molido lo que tenemos en la mano. Hay que aprovecharlo nada más; es la única instrucción: que lo hagamos con el sentido político”. Pues esa lección la aprendieron bien los de Morena, quienes piensan usar los programas sociales para ganar votos. Pero Clara Brugada va todavía más allá.
La candidata de Morena al gobierno de la Ciudad de México presentó su programa de gobierno titulado “Ciudad de Derechos y Libertades”. En esa presentación la candidata de Morena se comprometió a entregar una pensión que abarque a las personas de 57 años para arriba.
Ella dice que se trata de hacer el Ingreso Mínimo Vital para los habitantes de la Ciudad de México. Por supuesto, lo que busca la señora Brugada es recolectar votos con esa promesa, aunque a la hora de la hora no sepa de dónde va a sacar dinero para pagar esa pensión. Ya sabe usted lo que dice el dicho: “Prometer no empobrece”.
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