Lo comenta en su Facebook el vocero de Insurgencia Magisterial, Oswualdo Antonio González

- en Avenida Principal

perroEl gobierno federal se juega su última carta en Oaxaca. Está utilizando todos sus recursos para doblegar a la Sección 22 de la CNTE: modificaciones al marco normativo y administrativo, fuerza militar, linchamiento mediático, congelamiento de cuentas, órdenes de aprehensión, descabezamiento del sindicato, despido de todos los trabajadores adscritos al IEEPO… ¿Qué pasará si los maestros de la Sección 22, resisten y logran impedir el inicio del ciclo escolar? ¿Será el fin de la Reforma?

Pasarela de vividores

peatonalLas huestes de Antonio Luna se apostaron en la Plaza Lerdo de Xalapa (también llamada Plaza Regina Martínez por los periodistas veracruzanos), frente a Palacio. Saben que hay nuevo secretario de Gobierno y lo buscarán, para que, como a los cerdos, les arrojen un poco de alimento. Ahora resulta que se oponen a la nueva Ley de Tránsito. Sabemos que eso sólo es una excusa para plantarse y causar molestias a los habitantes de la ciudad de Xalapa. Ya lo decíamos en otra nota de la Avenida principal: «las guanchas son voraces y no tienen llenadera». Antonio Luna es una de las mayores guanchas del estado de Veracruz.

Pepe Yunes, ¿el hijo pródigo?

Sin lugar a dudas el tema político de la semana es la aparente intención del gobernador por reconciliarse con Pepe Yunes a quien ponen como el “hijo pródigo”, el desagradecido, el que gastó su fortuna con rameras y se quedó en la pobreza, ansiando comer las algarrobas que devoraban los cerdos que cuidaba. No creo. Aquí no hubo hijo pródigo sino gobernador mal aconsejado. Las guanchas que tenía en su gabinete, y que buscaban, buscan la gubernatura en 2016, aceleraron al gobernador y se encargaron de crear una animadversión entre ambos. Ahora que ya no tiene a esas guanchas cerca, ya siente que le hace falta limar asperezas con quien, según las encuestas, tiene gran simpatía entre los veracruzanos.

Para entender un poco de política, El Gatopardo de Lampedusa

librosLa novela inicia con el arribo del general Garibaldi a Sicilia en el año de 1860. El temor en algunos se refleja en llanto y no son pocos los que huyen auxiliados por los ingleses. Pero el príncipe Fabrizio Salina, conocido como “El Gatopardo”, hombre acostumbrado a mandar siempre, decide esperar hasta que los acontecimientos definan el rostro verdadero de la revolución. Él sabe del respeto que el pueblo le confiere y por eso siente menos temor.

Es su sobrino preferido, el príncipe Tancredi, quien le enseña una lección que es como una sentencia y al final un estigma que lo marca de por vida. Estando el ejército de Garibaldi en Sicilia, los jóvenes nobles tienen que decidir si son hechos presos por los revolucionarios o si se unen a las tropas y pelean hombro a hombro por el cambio. El príncipe Tancredi, sobrino de “El Gatopardo”, decide lo segundo y a punto de partir le dice a su tío la frase que llena el libro: “Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie”. Lampedusa no sabe que con esa frase inaugura una filosofía que se acomoda muy bien en la clase burguesa: el gatopardismo. La novela El Gatopardo es un símbolo de los cambios y de la actitud que los nobles y poderosos asumen ante esos cambios.

Golpe al magisterio en Oaxaca, viene la respuesta

Peligro_imagelargeSi el gobierno de Oaxaca y el gobierno federal pensaron que el conflicto magisterial en Oaxaca se solucionaba cambiando un instituto por otro, pues se vieron bastante ingenuo. Ya empiezan las movilizaciones y las adhesiones de grupos magisteriales de otros estados. La decisión unilateral que tomara la parte gubernamental es sólo una muestra del fracaso del diálogo. Si bien los maestros de Oaxaca han demostrado que no son una perita en dulce, la situación de la educación en este estado tiene su origen tanto en los vicios del sindicato como en los del gobierno. Y ahora los que tendrán que sufrir las consecuencias de la falta de diálogo serán los estudiantes.

El talentoso señor Flavino

- en Avenida Principal

alto“¿Se supera ese dolor?”, le preguntamos al secretario. “No, nunca se supera”. “Secretario -me atreví a decirle- a veces uno quisiera volver el tiempo, digo, como esas películas en las que algunos vuelven al pasado y evitan que Hitler llegue al poder para evitar el holocausto. Saber que estuvimos así de cerca para evitar que un sujeto como Fidel llegara a ser gobernador, no sé, pero da qué pensar. No me cabe duda de que Veracruz hubiera sido otro”. “Y yo hubiera sido otro”, contestó categórico.
El secretario sonrió tranquilo y nos dijo: “Si yo hubiera sido candidato, seguro hubiera perdido mi matrimonio, en ese momento mi esposa me necesitaba más que nunca y creo haber tomado la mejor decisión”. Poco a poco el dolor cede. Nos muestra las fotos de sus nietos, quienes le cayeron con todo para pasar las vacaciones con él. Ellos no sólo llegaron de vacaciones, llegaron a su vida para aliviar un poco su dolor. Flavino sonríe cuando nos habla de ellos».

Parte de lo publicado en el Viernes Contemporáneo.

De Capitán Chanclas a Capitán Ferragamo

- en Avenida Principal

zapatoY que nos encontramos al contador Gonzalo Morgado Huesca en un restaurante de comida española. Nos comentó que no entiende por qué lo llaman el Capitán Chanclas y que nos enseña su calzado Salvatore Ferragamo. Es por eso que en la mesa decidimos rebautizarlo como el Capitán Ferragamo. Eso le pareció mejor.

Buganza con madame Gina, dos blancas palomitas

paso de animales ok¿Será que después de pagar a Ciro Gómez Leyva y a Federico Arreola su lanzamiento como “independiente”, a Gerardo Buganza se le acabó el presupuesto? En un video que ya circula en las redes, realizado al parecer con una cámara de celular, Buganza asegura no ser el candidato de nadie y se vuelve a presentar como la blanca paloma del Espíritu Santo: “Nada tengo que ocultar de mi paso como secretario en el gobierno de Veracruz. Cumplí con honestidad mis responsabilidades. (…) Llegó el momento, llegó el tiempo de Veracruz”. Por cierto, qué bonito se ve con madame Gina en la entrevista que ésta le hiciera hace unos días; dos blancas palomitas.